Tan solo ha transcurrido mes y medio desde el paro ilegal de los controladores aéreos de los días 3 y 4 de diciembre de 2010, y nos sorprende la velocidad con la que ha pasado a un segundo plano el drama que supuso para cientos de miles de personas vivir aquella situación. No queremos que esta progresiva falta de actualidad dé lugar al olvido y a la falta de acción, y por eso desde la Plataforma queremos animar a los afectados por el paro a presentar reclamaciones individuales o a unirse a reclamaciones colectivas en marcha, y ese es el objetivo de este mensaje.
Entendemos que muchos afectados son reticentes a presentar una reclamación porque...
a) ...piensan que reclamar es costoso;
b) ...piensan que reclamar implica estar pendiente del proceso administrativo y del posible recurso judicial posterior, lo que supone preocupaciones y molestias; o
c) ...piensan que, una vez recuperado el importe de los billetes de los vuelos cancelados, ya no hay opción a reclamar nada más.
En la situación actual, consideramos que ninguno de estos tres argumentos debería pesar lo suficiente como para impedir que se presente una reclamación, porque...
a) ...existen varias iniciativas (por ejemplo, la que impulsa esta plataforma) que han pactado de antemano con distintos despachos de abogados un precio para la contratación de sus servicios de representación jurídica. Para una familia de 4 miembros, por ejemplo, este precio suele estar alrededor de 120 euros, más un porcentaje (entre el 20 % y el 30 % generalmente) de la cuantía en que se fije la indemnización. Este precio abarca no sólo la presentación de la reclamación administrativa, sino también el posible recurso judicial si la resolución en vía administrativa no es satisfactoria. Por lo general no hay costes ocultos ni adicionales en estas propuestas, ni de peritajes, ni de procuradores ni de ningún otro tipo. Por consiguiente, la utilización de estas vías permitirá a los afectados recuperar, sin asumir riesgos, aproximadamente entre el 70 % y el 80 % del importe de los daños reconocidos;
b) ...las iniciativas de reclamación en marcha a través de distintas plataformas y despachos de abogados se encargan de los trámites correspondientes tanto a la reclamación administrativa como, en caso de que la resolución no sea satisfactoria, del posterior recurso judicial, generalmente sin que ello suponga costes adicionales para los afectados (así sucede en la propuesta impulsada por esta plataforma). La documentación que se presenta para la reclamación administrativa sirve ya para el eventual recurso judicial por lo que, aunque es cierto que los afectados deberán dedicar algún tiempo a recopilar documentación, es una tarea que sólo hay que realizar una vez;
c) ...entendemos que, además de recuperar el importe de los vuelos cancelados, es lícito solicitar una compensación razonable de los daños morales (debidos a la renuncia a los planes realizados) y, en su caso, del daño emergente (noches de hotel pagadas, transportes concertados, o entradas de espectáculos) y del lucro cesante (oportunidades de negocio perdidas o posibles contratos frustrados). Todos los afectados han sufrido daños morales y tienen derecho a ser resarcidos, la mayoría han sufrido además daños emergentes y en algunos casos se ha producido algún tipo de lucro cesante. Una de las tareas que realizan los abogados es, precisamente, estimar todos estos daños a partir de la documentación que los afectados presentan y realizar la reclamación para cada uno de ellos.
Dado que los costes son reducidos, que las molestias son mínimas y que la pretensión de indemnización está totalmente justificada y fundada en Derecho, consideramos en definitiva que la actitud más sensata para los afectados por el paro ilegal de los controladores aéreos los días 3 y 4 de diciembre de 2010 es la de unirse a una reclamación colectiva, bien la que promueve esta plataforma (descrita en http://www.3dediciembre.org/reclamacion.html) o bien alguna otra que promueven distintos despachos de abogados en varias ciudades españolas (comentadas en otras entradas de este blog). Desde la Plataforma animamos a los afectados que no tienen claro qué hacer a unirse a alguna de estas propuestas y reclamar de esta forma una indemnización por el perjuicio sufrido; es procedente, razonable y justo hacerlo.